Se utilizan diferentes tipos de clichés dependiendo de la calidad de impresión deseada y de la cantidad de piezas a marcar. El motivo se transfiere al cliche grabando en el cliché. Para asegurar una impresión completa y nítida del motivo, este tiene que estar gravado a una distancia por lo menos de 25 milímetros (1 pulgada) del borde externo, y centrado en la placa. En el caso de líneas largas o finas, el motivo debe estar en un ángulo de aproximadamente de 5° a 15° respecto al recorrido de la cuchilla para evitar que se hunda demasiado y escupa demasiada tinta. Numerosos ensayos han demostrado que un grabado con una profundidad de 25 μm es óptimo para imprimir con tampografía. Puesto que el tampón solo puede transferir una cantidad limitada de tinta, una profundidad mayor no tiene sentido. En una profundidad de grabado de 25 μm, el tampón toma solamente una película de la tinta de 12 μm. El resto permanece en las depresiones del cliché. Debido a que la película de tinta contiene aproximadamente de un 40 % a 60 % de disolvente, que se evapora durante la transferencia y el secado, el grueso real de la película de tinta que se deja en el substrato viene a ser alrededor 5 μm a 8 μm, en algunos casos, tan fino como 2 μm. Como excepción a lo dicho anteriormente, las fuentes muy finas se graban a una profundidad de aproximadamente 15 μm, y los motivos muy grandes, a aproximadamente 30 μm. Para superficies muy grandes, la inmersión de la cuchilla se puede evitar copiando una pantalla fina en el motivo.
Un cliché de lámina de acero es una lamina de 0,5 milímetros (0,02 pulgadas) de grueso, con una superficie muy fina, y una dureza entre aproximadamente 48 y 54 Rockwell. En la máquina, el cliché se sujeta bien sobre el porta clichés que es una placa de metal. La ventaja del cliché de lámina de acero respecto uno de fotopolímero es que en un mismo cliché, las secciones de un motivo se pueden ocultar mientras que otras secciones no. También, el grabado se puede hacer en etapas, es decir, ciertas partes de un motivo se pueden grabar más o menos profundamente que otras. La cantidad de impresiones que se pueden hacer dependen del tipo de máquina usada y de los ajustes, pues un cliché de lámina de acero es más suave que una cuchilla. A la práctica, la vida útil está entre las 20.000 y las 100.000 impresiones.
Este cliché clásico está fabricado con un acero especial con un alto grado de resistencia a la abrasión. Su aplicación es principalmente el sector industrial. Los clichés de acero son apropiados en la impresión de grandes cantidades y los sistemas cerrados de tinta. La calidad de estos clichés es superior a los otros tipos de clichés. Esto es debido a la mayor definición de su contorno, de la posibilidad de grabado por varias etapas, de la utilización de pantallas de todos los tipos, de presentar una superficie muy fina, de la baja susceptibilidad al daño físico y de la consistencia para impresión de grandes producciones. El número de las impresiones que se pueden alcanzar usando este cliché es por lo menos de 1.000.000 impresiones.
Un cliché de cromo se compone de una película de latón cubierto con una capa de durocrome que es foto-recubierto. Un cliché de cromo solo se puede utilizar en máquinas que dispongan de una placa de vacio o con de doble sujeción. La producción de estos clichés es relativamente costosa, y el proceso de fabricación da lugar a la formación de sustancias que posteriormente deben ser eliminadas. Las ventajas del cliché de cromo están en su capacidad para producir un gran número de impresiones, aproximadamente 100.000 impresiones, y la posibilidad de grabarlo en diferentes etapas.
Los clichés de fotopolímero consisten en una capa de plástico sensible a la luz UV que, en caso de necesidad, se une a una placa metálica de soporte mediante una capa adhesiva. Para los clichés de fotopolimero, se utilizan tanto materiales de una capa o de doble capa. En los clichés de doble capa, la capa superior de aproximadamente 25 μm desaparece durante el proceso de grabado. Estos clichés son inadecuados para los motivos ocultos. El grueso de la capa simple es de hasta 400 μm, y la profundidad de grabado se controla por la exposición y el uso de una pantalla. El número de las impresiones que se pueden obtener utilizando estos clichés está sobre unas 10,000 impresiones. Bajo condiciones óptimas se pueden alcanzar hasta 100,000 impresiones. Las áreas de aplicación para este tipo de cliché incluyen pruebas (progresivas), series previas y trabajos más cortos.
En tampografía también se utilizan otros dos tipos de cliché. Para las máquinas rotativas, se utilizan rodillos de acero. Puesto que la impresión se puede hacer a veces alcanzando los 360°, el montaje de la película y la producción de los rodillos es muy costosa. También se necesita un equipo especial grabado. En la industria, muchas áreas de producción, hay que imprimir códigos transitorios como por ejemplo la fecha de la producción, el número de lote, el número de modelo, etc. Para evitar el grabado y el cambio constantes de nuevos clichés, es recomendable trabajar con los clichés de codificación o códigos de barras. Estos clichés son del mismo grosor que los clichés de acero, pero se pulen por los dos lados. Se construyen las barras que están muy juntas una de la otra, y empujándolas unas contra las otras en el soporte cliché. Este desplazamiento permite la impresión de cualquier combinación de dígitos y de letras sin necesidad de interrumpir la producción.